Descripción:
TRIXIE Comedero cerámica 1,2 l ø 20 cm para alimentación estable y limpia de perros y gatos. Mantiene la comida en su sitio gracias a la base antideslizante y ofrece una capacidad moderada adecuada para raciones diarias controladas.
Especifica la intención de uso y un beneficio principal en pocas líneas. Ideal para quienes buscan un cuenco resistente que evite desplazamientos y ruidos durante la comida. Según fabricante, la base de caucho reduce deslizamientos y protege el suelo.
Puntos clave
- Material principal: cerámica, con acabado fácil de limpiar y superficie lisa.
- Capacidad: 1,2 litros, suficiente para una ración diaria de alimento seco o húmedo.
- Diámetro: 20 cm, estabilidad física por su tamaño y forma.
- Base antideslizante: caucho integrado que limita el movimiento sobre suelos duros y azulejos.
- Uso: apto para perros y gatos; sirve tanto para pienso como para comida húmeda. 🐶
Ficha técnica
- Nombre: Trixie TRIXIE Comedero cerámica 1,2 l ø 20 cm
- Material: cerámica
- Capacidad: 1,2 l
- Diámetro: 20 cm
- Base: caucho antideslizante
Ventajas
- La cerámica aporta mayor peso que el plástico, lo que facilita que el comedero no vuelque con facilidad.
- Superficie lisa que facilita el lavado a mano. También es menos propensa a retener olores que otros materiales.
- El caucho de la base protege el pavimento frente a ralladuras y reduce el ruido cuando la mascota empuja el cuenco.
- Diseño simple y funcional que combina con diferentes entornos domésticos. 🐾
Recomendaciones de uso
- Lavar con agua tibia y jabón neutro para mantener la cerámica sin residuos. Evitar limpiadores abrasivos.
- Revisar periódicamente la base de caucho para asegurarse de que está bien adherida; con el tiempo puede requerir limpieza para mantener su eficacia.
- No usar en microondas ni horno si tiene algún elemento metálico añadido por el fabricante.
- Secar completamente antes de volver a guardar o apilar para prevenir marcas de humedad.
Matices y limitaciones importantes a considerar para la elección práctica. La cerámica es más frágil frente a caídas que el acero o el plástico, por lo que puede romperse si se deja caer desde altura. Además, el peso que aporta la estabilidad puede dificultar su transporte frecuente en desplazamientos.



